martes, 14 de junio de 2011

Sexualidad y Adolescencia.

"LA SEXUALIDAD EN LA ADOLESCENCIA"Por el Dr. Ignacio Lee Santos.

La adolescencia es la época comprendida entre los 10 y los 20 años, se inicia con la pubertad que se caracteriza por la aparición del vello púbico y de los caracteres sexuales secundarios acompañados de profundos cambios emocionales.

Las características del adolescente son la falta de espontaneidad, exagerada conciencia de si mismo, torpeza y desequilibrio de movimientos este desequilibrio resulta de que se completa la madurez biológica con antelación a la psicológica, siendo así una época muy difícil para aquellos individuos con experiencia traumática en la infancia.

La situación del adolescente se caracteriza por cuatro etapas:

a) Aceptación de las alteraciones morfológicas y de la sexualidad: con el desarrollo de la pubertad se inician cambios importantes en la anatomía y fisiología del cuerpo que hablan de cambios glandulares complejos, maduración de los órganos y funciones reproductivas, desarrollo de los caracteres sexuales secundarios.

Ante estos cambios el adolescente se llena de dudas e inquietudes acerca del valor de su figura y se preocupa mucho del decir de los demás, se contempla con temor a la amenaza de no estar a la altura de las exigencias sociales y no ser aceptado en el amor. El anhelo sexual se difunde en todos los ámbitos de la personalidad, de modo que en todos figura la palabra sexualidad, la erotización del individuo trae consigo la integración a un nuevo nivel de capacidad de amar.

La transición no es fácil y es frecuente que primero se frecuente atracciones homosexuales antes de establecer vínculos heterosexuales.

b)Necesidad de un nuevo concepto del yo y sentido de identidad: en la pubertad ocurren cambios en los sentimientos vitales. Hay una vivencia de transformación del ser en lo que todo sentimiento de mismidad y continuidad son puestos en duda. Es una búsqueda de nuevo yo y sentido de identidad se encuentra ante las posibilidades que se le abren a si mismo de su capacidad para actualizar su vocación. Utilizan buena parte de su energía en soñar despierto y en imaginar su porvenir, en proyectar su yo hacia el futuro y en proyectar en encontrar un lugar en la sociedad. Una forma característica de sus dudas de identidad se ve en su vida amorosa en donde no se identifica con ninguna mujer por temor a perder su libertad. En sus esfuerzos de orientarse y de encontrarse a si mismo se identifican con modelos y levanta ídolos que fácil desecha.

c)Necesidad de un nuevo sentido de la existencia: el adolescente necesita elaborar un nuevo concepto del mundo, particularmente del mundo de los valores e ideas.

Los valores aceptados en su infancia son puestos en duda se enfrenta solo a la vida y se preocupa por el futuro. Viéndose atrapado entre dos tendencias: la rigidez moral y la búsqueda hedonista de placer.

d)Necesidad de autonomía: el adolescente quiere conciencia del yo y lo pone al mundo su creciente necesidad de autonomía y poder, se expresa por actos de rebelión en la medida que simultáneamente a la perdida de ligas familiares no ha establecido vínculos sociales su sentimiento de soledad se agudiza.

Los conflictos con sus padres son inevitables por encontrarse en una etapa de transición en su vida pero conforme va resolviendo sus problemas internos de separación psicológica de lo familiar de selección e iniciativa vocacional, aceptación de su sexualidad y reorganización de si mismo le resulta mas fácil adaptarse a su medio familiar y social. Así es el adolescente.

2do Artículo!

Recordemos que la sexualidad se encuentra presente durante toda la existencia humana, pero en la adolescencia se vive y manifiesta de manera un poco diferente a como se expresa en otras etapas de la vida. En este período surgen sensaciones e impulsos de tipo sexual que se encuentran relacionados con los cambios biológicos que enfrentan todas y todos las adolescentes. Los cambios hormonales provocan que se tengan deseos y fantasías eróticas, que se quiera sentir placer físico a través del propio cuerpo y del cuerpo de otros, especialmente de quien te gusta.
Estas sensaciones generalmente te toman por sorpresa, por eso la angustia, el temor, la incertidumbre y la confusión revolotean en tu cabeza, más aún si no se tiene la información necesaria para comprender mejor lo que te está pasando, o si no se cuenta con personas confiables que te puedan escuchar y orientar seriamente.
jovenes_salud.jpgLa forma de vivir estos cambios y procesos tiene que ver con características personales (como el sexo, la edad o la personalidad) y sociales (la cultura, el nivel educativo, la religión, etc.), así como con las reacciones y demandas del mundo que te rodea. Resulta común que, en los primeros años de la adolescencia, las y los jóvenes se aíslen un poco del mundo que les rodea, prefiriendo pasar más tiempo a solas consigo mismas/os. Esto se encuentra relacionado con la sensación de incomodidad con el cuerpo por lo rápidos y fuertes que son los cambios. Es aquí cuando vuelve a aparecer la autoestimulación (ya que de niños o niñas también se viven estas experiencias, solo que no tienen por finalidad alcanzar el orgasmo sino explorar el cuerpo) y las fantasías (o “soñar despierto”) que permiten liberar los deseos e impulsos sexuales que se están sintiendo.

eventoyx9.jpgSin embargo, la autoestimulación suele ser una actividad muy común durante toda la adolescencia, no solo al inicio. Además, esta cumple un papel muy importante, ya que permite explorar el cuerpo, conocer más sobre los genitales y su funcionamiento, así como liberar energía sexual. También la autoestimulación posibilita a la persona fantasear y prepararse para las relaciones genitales en pareja. Conforme se va viviendo una mayor adaptación a los cambios del cuerpo, las amistades con personas del mismo sexo ocupan un lugar muy importante. Es frecuente que se tenga un mejor amigo o mejor amiga, con quien se comparten secretos, confidencias, tristezas y alegrías, así como los deseos más profundos. Con esta persona se quiere estar todo el tiempo, así que cuando no pueden verse, las conversaciones telefónicas, cartas o mensajes son interminables.
También se suele tener un grupo de amigos o amigas del mismo sexo. En estos grupos comparten experiencias, angustias y deseos; también se cuentan las cosas que les ha pasado con la persona que les gusta, y eso ayuda a tranquilizar la inseguridad y dudas que estos encuentros generan.
pareja_n.jpgAl final de la adolescencia, y gracias a que se tiene una identidad más estable y mayor seguridad en la forma de relacionarse con los otros, la necesidad de estar en el grupo de amigos o amigas va desapareciendo porque se prefiere tener más tiempo para compartir a solas con la pareja. Esto no quiere decir que no se tienen amistades con personas del mismo sexo, sino que la relación cambia y se valora más la intimidad. Con respecto a las relaciones amorosas, al inicio de la adolescencia las y los jóvenes van descubriendo que sienten interés y atracción hacia otras personas, pero esos sentimientos se esconden y ocultan. Luego se experimentan muchos deseos de resultarle atractivo o atractiva a alguien más, por lo que pasan horas frente al espejo, buscando nuevas formas de peinarse o vestirse, por ejemplo.
Después se vive el enamoramiento. Son muy comunes los “amores imposibles”, al enamorarse de personas mayores o inaccesibles. Esto tiene un propósito muy importante: dar seguridad; lo cual se logra al imaginar o fantasear lo que se quiere, desea y haría, sin tener que enfrentar en la realidad a la persona amada. Con el paso del tiempo, los jóvenes se van sintiendo más a gusto y seguros de sí mismas/os al estar en contacto con personas del otro sexo.
love.jpgGeneralmente en la mitad de la adolescencia se vuelven más comunes las relaciones de noviazgo, que son cortas pero muy románticas e intensas. Más adelante, las relaciones amorosas se vuelven más duraderas y estables, caracterizadas por una mayor preocupación por lo que siente y desea la pareja. En estas épocas también surge la preocupación por decidir si se tienen relaciones sexuales genitales o coitales.
Además, en la adolescencia se consolida la identidad sexual, es decir, la forma en que una persona se siente, en lo más íntimo de su ser, como hombre o como mujer. A pesar de que esta identidad es producto de un largo proceso que inicia desde la niñez, en la adolescencia “se pone a prueba y se ensaya” a través de todas esas conductas hacia personas del mismo sexo y del sexo contrario, a las cuales nos referimos anteriormente.
La identidad sexual permite que las personas puedan sentirse, reconocerse y actuar como hombres o mujeres. También aclara las ideas, sentimientos y significados que se tienen con respecto al propio sexo y al sexo contrario. La identidad sexual nos permite diferenciarnos como hombres o como mujeres